La Justicia dispuso una millonaria condena a Casino de Rosario por la agresión sufrida por un apostador.
    El 1 de mayo de 2016 jugaba en una máquina tragamonedas que no operaba debidamente. Como algunos botones no funcionaban comenzó a utilizar el brazo que el aparato tiene del lado derecho y que, como al bajarlo emitía ruidos, el personal de seguridad interpretó que estaba golpeando la máquina y le efectuaron un llamado de atención.
    El apostador retiró el ticket con crédito de la máquina y cuando se disponía a buscar otra fue tomado por detrás por personal del casino, llevado a una salita existente en el lugar, lo golpearon y luego fue retirado por personal policial.
    Durante algunos día orinaba con sangre y además tenía sangrado en los oídos. Al reponerse, formuló la denuncia patrocinado por el abogado Oscar Pandiani por la agresión en el Ministerio Público de la Acusación.
Solicitó al casino los videos con los datos del ticket que individualizaba la máquina, pero tiempo después le informaron que no estaban porque después de cierto lapso las imágenes comienzan a grabarse unas sobre otras y además que tenía prohibido el ingreso.
    Al contestar la demanda se negaron los hechos y se afirmó que el personal de juego lo observó golpear fuertemente la máquina, alterando el orden y atentando contra bienes de la empresa. Destacó la sala de juegos que el hombre agredió al trabajador y al personal de control.
    En la resolución sostuvo el juez en lo civil y comercial Marcelo Quaglia que "resulta indubitable el carácter de consumidor del apostador, así como de proveedor de la demandada y configurándose entre ambos una relación de consumo. En tal sentido se ha entendido que el demandante ha celebrado un contrato encuadrable dentro de la Ley de Defensa del Consumidor, y en este marco se encontraba disfrutando de un momento de esparcimiento en las instalaciones del Casino City Center de Rosario".
    Agregó que "que una mínima conducta diligente hubiera requerido que se cautelen las grabaciones de lo acontecido".
    Puntualizó que "corresponde al proveedor la obligación de colaborar en el esclarecimiento de la cuestión aportando todos los elementos que tenga en su poder".
    Consideró el magistrado que "el hombre fue maltratado y sometido a golpes en las dependencias del casino por parte de su personal".
    Casino Rosario fue condenado en primera instancia por daño patrimonial (incapacidad sobreviniente en razón de las lesiones padecidas y sus secuelas), daño moral (no patrimonial) en razón tanto de la violencia ejercida sobre su persona y discriminación posterior. Tiene una incapacidad parcial permanente del 15%.
Por daño punitivo (multa económica) la condena es por 5.000.000 de pesos, que es el máximo que permite la norma. El 30% para quien demandó y el resto ($3.500.000) para el Grupo de Autoayuda para Familiares y Amigos de Jugadores Compulsivos con domicilio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Consideró el juez que la sanción pecuniaria se justifica por "la ausencia de colaboración del demandado al momento de aportar elementos al proceso a fin de acreditar la veracidad de los hechos, la posición en el mercado del casino y los bienes que fueron notoriamente menospreciados (salud e integridad física).
    Con intereses el monto total que debe abonar Casino de Rosario es superior a los $8.000.000.
    La sentencia se encuentra apelada.